Un pequeño poema sin rima, de los primeros que te compartí. Y me sigues inspirando
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| "La persistencia de la memoria" de Salvador Dalí |
Horas como minutos, minutos como segundos son cuando estoy contigo, y desespero por esas manecillas del reloj implacables e indolentes que apuran el paso, como si supieran que soy feliz a tu lado y quisieran arrebatarte de mí,
como aquella luz que se pierde al final del ocaso.
La paciencia es la virtud de los que saben aprovechar esos momentos,
Nada perdura, nada dura, pero a la vez cada instante cuenta, cada momento cuenta, cuando dos que quieren estar cerca se juntan.
Y entonces, en una curiosa paradoja, el segundo que dura un beso, el minuto que tarda una caricia, pueden convertirse en horas, en días, y vivir una vida entera entre luces agónicas que se aprovechan mientras se disfrutan.